(C) Global Voices This story was originally published by Global Voices and is unaltered. . . . . . . . . . . Hong Kong: Trasfondo político de las renuncias de los jueces no permanentes de ultramar [1] ['Oiwan Lam'] Date: 2024-07-01 No habían transcurrido dos semanas desde que el Tribunal Superior de Hong Kong High condenó a 14 políticos prodemocráticos por «conspiración para cometer subversión» en el emblemático caso de seguridad nacional de la ciudad, en el que estaban implicados 47 defensores de la democracia, tres de los jueces extranjeros del Tribunal de Apelación Final presentaron su renuncia. En su calidad de antigua colonia británica, Hong Kong siguió empleando el sistema de Common Law desde que pasó a China en 1997. El nombramiento de jueces no permanentes de otras jurisdicciones de Common Law ha sido un mecanismo para garantizar la independencia del Poder Judicial de la ciudad en el marco de la política china de “Un país y dos sistemas”, tal como explicó Melissa Pang, entonces presidenta del Colegio de Abogados de Hong Kong: NPJs are all eminent judicial officers highly respected in their own jurisdictions and committed to the fair administration of justice in accordance with the law. Their acceptance of the appointment as NPJs to sit on the city’s top court sends a clear message of their confidence in Hong Kong’s judicial system in upholding the rule of law and judicial independence. Todos los jueces no permanentes son eminentes funcionarios judiciales muy respetados en sus propias jurisdicciones y comprometidos con la administración de justicia imparcial, acorde con la ley. El hecho de que hayan aceptado el nombramiento como jueces no permanentes para formar parte del más alto tribunal de la ciudad envía un claro mensaje de su confianza en el sistema judicial de Hong Kong, en cuanto a la defensa del estado de derecho y la independencia judicial. Por tanto, sus renuncias indican una visión pesimista de la independencia judicial de Hong Kong. «Hong Kong se está convirtiendo lentamente en un estado totalitario» Los tres últimos renunciantes son dos destacados jueces británicos, lord Lawrence Collins, lord Jonathan Sumption y la jueza canadiense Beverley McLachlin. Según declaró lord Collins a The Financial Times, su renuncia estaba relacionada con la «situación política» de Hong Kong. Lord Sumption escribió posteriormente una larga declaración en The Financial Times, en la que explicaba que » ya no resulta realista» que los jueces extranjeros ayuden a mantener el estado de derecho en Hong Kong. «Hong Kong, once a vibrant and politically diverse community is slowly becoming a totalitarian state.» Whoa. Big piece by former UK Supreme Court Judge and Hong Kong overseas judge Jonathan Sumption who resigned a few days ago. https://t.co/Afh11gNXZM — Timothy McLaughlin (@TMclaughlin3) June 10, 2024 El estado de derecho en Hong Kong corre grave peligro Muchos jueces han perdido de vista su papel tradicional de defensores de la libertad del súbdito. ———— «Hong Kong, que fue una comunidad vibrante y políticamente diversa, se está convirtiendo lentamente en un Estado totalitario». ¡Vaya! Un importante artículo del exjuez del Tribunal Supremo del Reino Unido y juez de ultramar de Hong Kong Jonathan Sumption, que renunció hace unos días. Lord Sumption explicó después en un programa de radio de la BBC que la reciente condena de 14 activistas prodemocracia fue «la gota que derramó el vaso» de su renuncia. La sentencia del Tribunal Superior afirma que los 47 activistas que participaron en la organización de primarias no oficiales entre candidatos prodemocráticos para presentarse a las elecciones al Consejo Legislativo en 2020 participaron en un plan para forzar la renuncia del jefe ejecutivo, ya que firmaron una declaración en la que se comprometían a presionar por el sufragio universal y otras concesiones como condición para aprobar el presupuesto cuando ganaran las elecciones. Sin embargo, en su declaración en The Financial Times, lord Sumption argumentó en contra de la sentencia del Tribunal Superior, dijo que el poder de vetar el presupuesto está escrito en la ley fundamental y por lo tanto, debería estar protegido institucionalmente: …the High Court decided that rejecting the budget was not a permissible means of putting pressure on the chief executive to change his policies. […] That would interfere with the performance of his functions. The result is that Legco cannot exercise an express constitutional right for a purpose unwelcome to the government. Putting a plan to do this before the electorate was branded a criminal conspiracy. The maximum sentence is life imprisonment, the minimum 10 years. …el Tribunal Supremo decidió que rechazar el presupuesto no era un medio permisible de presionar al jefe del Ejecutivo para que cambiara sus políticas. […] Eso interferiría en el desempeño de sus funciones. El resultado es que el Consejo Legislativo no puede ejercer un derecho constitucional expreso, con un fin no deseado por el Gobierno. El hecho de presentar un plan en relación al electorado fue calificado de conspiración criminal. La pena máxima es cadena perpetua, cuya pena mínima corresponde a 10 años. Aunque lord Sumption mantiene la esperanza de que el tribunal de apelación pueda revocar la sentencia, destacó tres problemas que crearon un «entorno político imposible». El primero es el marco legal de la ley de seguridad nacional impuesta por Pekín y la ley colonial contra la sedición, que limita la libertad de acción de los jueces. Ambos cuerpos de leyes criminalizan los discursos. Por ejemplo, lemas políticos como «Libertad para Hong Kong, revolución de los tiempos» se interpretaron como sediciosos o actos que incitaban a la secesión en diversos juicios. El segundo es el poder de «interpretación» del comité permanente de la Asamblea Popular Nacional de Pekín para revocar las decisiones tomadas por el tribunal superior local, como demuestra que se haya privado a Jimy Lai del derecho a contratar a un abogado británico para que lo represente ante los tribunales. El tercer problema apunta a la «paranoia de las autoridades»: An oppressive atmosphere is generated by the constant drumbeat from a compliant press, hardline lawmakers, government officers and China Daily, the mouthpiece of the Chinese government. A chorus of outrage follows rate decisions to grant bail or acquit. There are continual calls for judicial ‘patriotism’. […] Intimidated or convinced by the darkening political mood, many judges have lost sight of their traditional role as defenders of the liberty of the subject, even when the law allows it. […] The least sign of dissent is treated as a call for revolution. Hefty jail sentences are dished out to people publishing ‘disloyal’ cartoon books for children, or singing pro-democracy songs, or organising silent vigils for the victims of Tiananmen Square. Se genera una atmósfera opresiva por el constante empecinamiento de una prensa complaciente, legisladores de línea dura, funcionarios del Gobierno y China Daily, portavoz del Gobierno chino. Un coro de indignación sigue a las decisiones judiciales de conceder la libertad bajo fianza o absolver. Se hacen continuas llamadas al «patriotismo» judicial. […] Intimidados o convencidos por el oscurecimiento del ambiente político, muchos jueces han perdido de vista su papel tradicional de defensores de la libertad del súbdito, aunque la ley lo permita. […] El menor signo de disidencia es tratado como un llamado a la revolución. Se imponen duras penas de cárcel a quienes publican libros de dibujos animados para niños «desleales», cantan canciones a favor de la democracia u organizan vigilias silenciosas por las víctimas de la plaza de Tiananmén. Las repercusiones de Hong Kong y Pekín En respuesta a las críticas de lord Sumption, el Gobierno de Hong Kong expresó firmemente su desacuerdo en un comunicado: There is absolutely no truth that the HKSAR courts are under any political pressure from the Central Authorities or the HKSAR Government in the adjudication of national security cases or indeed any case of any nature; or that there is any decline in the rule of law in Hong Kong. Anyone who suggested otherwise, no matter what the reasons or motives may be, would be utterly wrong, totally baseless, and must be righteously refuted. Es absolutamente falso que los tribunales de la Región Autónoma Especial de Hong Kong estén sometidos a presiones políticas de las autoridades centrales o del Gobierno de la Región Autónoma Especial de Hong Kong en la resolución de casos de seguridad nacional ni en ningún otro caso, tampoco que haya un deterioro del estado de derecho en Hong Kong. Todo aquel que sugiriera lo contrario, independientemente de las razones y de los motivos que pudiera tener, estaría completamente equivocado, carecería de todo fundamento y debería ser justamente refutado. En su lugar, acusó a la injerencia extranjera: Real threats to the independent exercise of judicial power currently faced by the HKSAR courts indeed come from foreign government officials, politicians and political organisations, including blatant attempts to interfere with ongoing legal proceedings, and the despicable threats to impose so-called “sanctions” against judges on account of their performance of judicial functions in cases where the outcomes are not to the liking of these external forces, which are plainly contrary to fundamental principles of international law and international relations. Las verdaderas amenazas al ejercicio independiente del Poder Judicial que enfrentan actualmente los tribunales de la Región Autónoma Especial de Hong Kong proceden de funcionarios de Gobiernos extranjeros, políticos y organizaciones políticas, incluidos los flagrantes intentos de interferir en los procedimientos judiciales en curso. Igual pasa con las viles amenazas de imponer las llamadas «sanciones» contra los jueces por su desempeño de funciones judiciales en los casos en que los resultados no sean del agrado de estas fuerzas externas, lo que es claramente contrario a los principios fundamentales del derecho internacional y de las relaciones internacionales. El presidente del Tribunal Supremo de Hong Kong, Andrew Cheung, abordó los «problemas» planteados por Sumption como «una situación de tensión que a menudo existe entre la protección de los derechos fundamentales y la defensa de la seguridad nacional», en lugar de las injerencias políticas. Pero Pekín reaccionó de forma más militante. Un portavoz de la Oficina de Enlace de Hong Kong y Macao criticó duramente a Sumption por difamar la ley de seguridad nacional, y lo acusó de dejarse «manipular políticamente por el Reino Unido y de ser un peón de las injerencias extranjeras que intentan destruir la estabilidad de Hong Kong». Conflictos de lealtad Tras la promulgación de la ley de seguridad nacional impuesta por Pekín, han renunciado varios jueces no permanentes de otros países. En 2022, lord Robert Reed y lord Patrick Hodge renunciaron a sus cargos con el argumento de la erosión de la libertad política y de expresión. Tras la última ronda de renuncias, cuatro jueces no permanentes siguen en Hong Kong y siete están en el extranjero. Ocupan uno de los puestos entre los cinco principales jueces del Tribunal de Última Instancia. Los defensores de los derechos humanos han criticado a los jueces no permanentes por su papel cómplice en la persecución política de opositores. En mayo de 2024, el Comité para la Libertad en Hong Kong publicó el informe, «El prestigio de la persecución: De qué manera los jueces extranjeros están socavando las libertades de Hong Kong y por qué deberían renunciar», en el que se enumeraban casos de enjuiciamiento político en los que estaban implicados los jueces no permanentes. Por ejemplo, el ex jueces no permanentes australiano Anthony Gleeson participó en la condena de la destacada activista Chow Hang-tung en un juicio celebrado en enero de 2024, por incitar a una congregación no autorizada (vigilia anual a la luz de las velas) en 2021, a pesar de que había ganado una apelación contra la sentencia del tribunal de distrito en el Tribunal Superior en 2022. Sin embargo, dos meses después, Gleeson dijo que no deseaba renovar su nombramiento y dejó de ser juez. Además, el informe señalaba que algunos de los jueces no permanentes británicos son miembros de la Cámara de los Lores del Reino Unido y han prestado juramento de lealtad a la Corona. Esto ha dado lugar a «conflictos irreconciliables», ya que se espera que los jueces no permanentes también juren lealtad al Gobierno de Hong Kong. Entre los siete jueces no permanentes de ultramar restantes, lord Neuberger de Abbotsbury, lord Phillips de Worth Matravers y lord Hoffmann están en esas posiciones de conflicto. Mientras tanto, cada vez son más frecuentes las voces de los partidarios del sistema en Hong Kong que piden que se ponga fin al nombramiento de jueces no permanentes en el extranjero. Ronny Tong, uno de los principales asesores del Gobierno, escribió en el South China Morning Post: At the end of the day, one is forced to arrive at the logical conclusion that foreign judges sitting on our Court of Final Appeal is more for perception, or for show, if you like, rather than actually making a difference in the exercise of the judicial function. […] So do we still need British judges to shore up our reputation? Some would argue not. Few other places on Earth allow foreign judges to sit on their final appeal court, so should we continue this tradition, for want of a better word, forever? A fin de cuentas, uno se ve obligado a llegar a la conclusión lógica de que los jueces extranjeros que integran nuestro Tribunal de Apelación Final es más para la percepción, o para mostrar, si se quiere, en lugar de realmente hacer una diferencia en el ejercicio de la función judicial. […] Entonces, ¿seguimos necesitando jueces británicos para apuntalar nuestra reputación? Algunos sostienen que no. Son pocos los lugares del mundo que permiten a jueces extranjeros formar parte de su tribunal de última instancia, por tanto, ¿deberíamos continuar con esta tradición en aras de un mundo mejor indefinidamente? Teniendo en cuenta que tanto las fuerzas a favor de la democracia como las a favor del sistema no quieren tener jueces no permanentes extranjeros en el sistema judicial, es posible que esta práctica jurídica termine pronto y que la tradición jurídica del Common Law de Hong Kong se vuelva más híbrida bajo un sistema totalitario, tal y como previó lord Sumption. [END] --- [1] Url: https://es.globalvoices.org/2024/07/01/hong-kong-trasfondo-politico-de-las-renuncias-de-los-jueces-no-permanentes-de-ultramar/ Published and (C) by Global Voices Content appears here under this condition or license: https://globalvoices.org/about/global-voices-attribution-policy/. via Magical.Fish Gopher News Feeds: gopher://magical.fish/1/feeds/news/globalvoices/