(C) OpenDemocracy This story was originally published by OpenDemocracy and is unaltered. . . . . . . . . . . Ajustes de cuentas, bandas criminales y violencia política en Brasil [1] [] Date: 2024-04 A Wyllys le aconsejó Pepe Mújica, ex presidente de Uruguay (que fue torturado y encarcelado y aislado en el fondo de un pozo durante catorce años por la dictadura militar de los años setenta y ochenta): "Cuídate, muchacho. Los mártires no son héroes". Pero, para Wyllys, había algo más: "Tengo miedo porque el hijo del presidente (Bolsonaro) ha empleado en su oficina a la madre y esposa de un sicario. El presidente siempre me ha difamado abiertamente, me ha insultado y ha utilizado la homofobia contra mí. No estoy seguro en este entorno". No es difícil imaginar hasta qué punto un hombre que está tan inseguro de su virilidad que adora los espectáculos de masculinidad de Putin, duerme con sus pistolas y se declara el inbroxavel (el nunca falla sexualmente) "macho de todos los machos", debe odiar a un gay que tiene el valor de afirmar sus convicciones. Tras su anhelado regreso del exilio, Wyllys ha comprobado que el entorno no ha cambiado mucho. Él y otra exiliada, la filósofa, artista y escritora Marcia Tiburi, otra ex miembro del PSOL y candidata a gobernadora de Río de Janeiro que también recibió amenazas de muerte, lanzan ahora su libro Lo que no se puede decir: Experiencias del exilio que, en forma de correspondencia epistolar, es un intento de comprender una política que conlleva un riesgo para la vida y los miedos y la rabia asociados a ella, especialmente para aquellos que expresan su desacuerdo con los intereses políticos, económicos, sociales, morales y religiosos de los antidemócratas fundamentalistas, e intentan combatirlos. El lanzamiento del libro estaba programado en Río de Janeiro y coincidió con el momento en que se produjo el asesinato de los médicos. Sabiendo cómo se elimina a los defensores de los derechos en todas partes, y, por supuesto, situado justo en el centro del odio urdido que hierve en Brasil, Jean Wyllys es muy consciente de los riesgos que corre, y establece la conexión que conduce al entorno de las personas que mataron a los médicos, y que también le conectan a él, a Marcia, Marielle, Anderson, Anielle, Sâmia, Glauber, el PSOL, los derechos humanos, los derechos de los homosexuales, los derechos sobre la tierra, y mucho más. Cualesquiera que sean los motivos que llevaron matar a los médicos, el clima general de violencia e impunidad, la relación simbiótica entre las fuerzas armadas del Estado y las milicias, y los poderosos intereses que, entre bastidores, mueven los hilos de la violencia, Wyllys sabe que tiene enemigos implacables y que Río de Janeiro, con su anarquía, es una de las ciudades menos seguras de Brasil. Haciéndose eco de Pepe Mújica, sus amigos le rogaron que cancelara los lanzamientos. Su respuesta, ante amenazas muy cercanas y el miedo natural, es una reflexión sobre cómo, a raíz de este caso concreto, responder al entorno de miedo y odio en todas partes. Una buena ética puede ser muy fortalecedora. “Al principio pensamos en cancelar el lanzamiento, pero comprendimos que si lo hacíamos atraeríamos toda la historia hacia nosotros. La prensa dirá que lo cancelamos por los asesinatos, y entonces nos veremos arrastrados a implicarnos esta terrible y negativa historia en contra de nuestra voluntad. Y nosotros tenemos nuestra propia historia difícil. Así que pensamos que era mejor que siguiéramos adelante con los actos, con toda la seguridad que nos proporcionaron [los servicios de protección del Estado]. No debemos propagar el miedo y tenemos que demostrar que lo dejamos atrás. Vamos a abandonar esta posición de víctima. No vamos a abrazar el victimismo, que es exactamente lo que la derecha quiere que hagamos. De lo contrario, dirán que estamos utilizando esta tragedia en nuestro propio beneficio. Es una situación realmente compleja y difícil de abordar, pero seguimos pensando que debemos seguir adelante, con un perfil más bajo quizá, y sin vincular estos terribles asesinatos como algo personal hacia nosotros. Creemos que tenemos que hacer nuestro trabajo, incluso con esta compleja mezcla de muchas cosas, y lidiando con el miedo, al que no debemos ceder. Ambos somos personajes conocidos y, si sucumbimos a ese miedo, estamos transmitiendo al público el mensaje de que tenemos miedo, y que de alguna manera nos escudamos en privilegios y autorizamos pasivamente el uso del miedo contra las personas. Si, por el contrario, hacemos frente a nuestro miedo y continuamos con estos actos que tratan de un libro que habla de la experiencia del exilio y que, en principio, no está relacionado con esta tragedia, pensamos que es hacer lo correcto”. Preguntas Lo "correcto" es una de las grandes cuestiones que el gobierno de Lula debe ahora abordar o ignorar (y, en ese último caso, alimentaría el peligroso status quo que se ampara en la impunidad). [END] --- [1] Url: https://www.opendemocracy.net/es/ajustes-de-cuentas-bandas-criminales-violencia-politica-brasil/ Published and (C) by OpenDemocracy Content appears here under this condition or license: Creative Commons CC BY-ND 4.0. via Magical.Fish Gopher News Feeds: gopher://magical.fish/1/feeds/news/opendemocracy/