Fuente: http://charlatanes.blogspot.com/2004/05/homeopata-peticin-popular.html El retorno de los charlatanes Cuestionamientos al pensamiento magico, la irracionalidad comoda, el embuste paranormal y otras fantasias perjudiciales, a cargo de Mauricio-Jose Schwarz mayo 23, 2004 Homeopatia a peticion popular [Samuel_Christian_Hahnemann.jpeg] Samuel Hahnemann, creador de la homeopatia (imagen D.P. via Wikimedia Commons) El servicio de conteo de visitas a este blog full-contact nos informa, entre otras cosas, de las palabras de busqueda en Google o Yahoo mediante las cuales los visitantes caen en las redes de nuestro influjo. En las ultimas semanas resulta que muchos llegan aca buscando datos sobre la homeopatia, patrana que hemos mencionado, pero sin profundizar en ella. En atencion a esta anonima peticion popular, responderemos ahora preguntas tan apasionantes como: ?por que los homeopatas van al medico?, ?que carajos es eso del efecto placebo?, ?por que no hacen investigacion cientifica los homeopatitas?, ?cual es la historia de este simpatico embuste? y cosillas similares. Vamos, pues, de vuelta a fines del siglo XVIII, cuando no existia la medicina con bases cientificas, cuando las chusmas morian como moscas en epidemias de peste (colera, vomito negro y cosas asi), cuando los medicos eran todavia practicantes mas bien magicos y cuando conceptos como la higiene simplemente no existian. La anatomia estaba en muchos aspectos donde la dejo Leonardo Da Vinci y, realmente, salvo algunos aspectos de la cirugia surgidos de la practica en el campo de batalla y algunos conocimientos de herbolaria, poco podia hacer la medicina para resolver problemas de salud, sin contar con que se realizaban practicas salvajes como el desangrado (en la creencia de que el "exceso de sangre" era causante de algunos males), ocasionandole graves danos a los enfermos. La sangre era considerada uno de los cuatro humores que movian al cuerpo. Toda forma de medicina se basa, evidentemente, en una "teoria de la enfermedad". Dicho de otro modo, segun la idea de lo que causa la enfermedad viene la forma de curarla. La teoria de la enfermedad todavia era, en el siglo XVIII, la de los humores. ?De mal humor y de buen humor? La forma cotidiana de hablar del buen y mal humor tiene sus origenes en la teoria de la enfermedad de Praxagoras popularizada por Hipocrates, que si bien fue un innovador en el siglo V antes de nuestra era, disponia de muy pocos datos reales sobre el funcionamiento del cuerpo humano. Nos dice el sitio Universo E Esta teoria bioquimica clasica considera que el cuerpo, como la personalidad, estan regidos por dos fuerzas principales, una es el calor y la otra es el frio. Estas actuan entre si moderandose mutuamente, manteniendo un equilibro dentro del cual el cuerpo se encuentra saludable y sin padecimiento alguno, pero una vez que se aisla una de estas fuerzas es cuando se presenta el dolor, cuando una de estas fuerzas se encuentra pura, por ejemplo, cuando sobreviene la fiebre. Pero incluso en esos momentos cuando aparece la fiebre, se presenta el frio para lograr un balance, ya que el enfermo siente escalofrios y la fiebre dura tan solo un corto periodo hasta que se alcanza el equilibrio. Dentro de esta teoria tambien se considera que, aunque las fuerzas principales son el frio y el calor, nunca se presentan solas, dependiendo del caso especifico, pero siempre estan mezcladas con lo seco y lo humedo, lo cual conforma los cuatro humores del cuerpo: sanguineo, flematico, colerico y melancolico que tienen repartidas estas propiedades, por ejemplo, el flematico es frio y humedo, mientras que el melancolico es frio y seco. La medicina de entonces, fundamentalmente no cientifica, creia que habia que sacar del cuerpo lo que estaba mal (sangre, bilis, etc.) para que con ello se fuera la enfermedad. Las lavativas y los vomitivos, junto con las sangrias, eran la base del curanderismo de entonces. Hahnemann y una nueva teoria de la curacion En estos tiempos, un medico de Sajonia (Alemania), Christian Firedrich Samuel Hahnemann, se dio cuenta inteligentemente de que con frecuencia los medicos mataban mas enfermos de los que curaban con sus practicas. Metido en esta preocupacion, cuando traducia el libro Materia Medica de Cullan al aleman, se encontro con la "explicacion" de que la quinina (que no se habia aislado, pero se conocia como corteza peruana o cinchona) actuaba por su "efecto tonico en el estomago". Evidentemente, tal explicacion es una tonteria que no explica nada. Hahnemann procedio a autoadministrarse una buena dosis de cinchona dos veces al dia para ver que efectos tenia, y descubrio admirado que a el le provocaba efectos similares a los de las enfermedades que supuestamente la cinchona ayudaba a curar. Y decimos que a el le provocaba estos efectos porque no se los causa a todas las personas sanas, ya que segun el doctor William E. Thomas Hahnemann tenia los sintomas de lo que se conoce hoy como hipersensibilidad a la quinina, una leve alergia. Basado en su observacion de que la quinina parecia producir en una persona aparentemente sana los mismos sintomas que, por otra parte, curaba en las personas enfermas, Hahnemann dio un salto cuantico desprovisto de toda logica cientifica y decidio que entonces "lo similar se cura con lo similar" o, como dicen los curanderos homeopatas cuando quieren sonar interesantes, similia similibus curantur, lo que quiere decir que en la creencia de Hahnemann con base en ese solo experimento sin control alguno, para curarse un sintoma cuando este enfermo, debe usted administrarse una sustancia que provoque precisamente esos sintomas en una persona sana. A esto le llamo "Ley de los similares". Tal tonteria equivale a recomendar echarse acido sulfurico en las quemaduras porque a las personas sin quemaduras el acido sulfurico les provoca los mismos sintomas (quemaduras, ardor, enrojecimiento y destruccion de tejidos). Don Samuel Hahnemann era un bienintencionado, pero de ciencia sabia mas bien poco. Sus seguidores por lo menos han heredado ese desprecio profundo por la ciencia. Con base en esa peregrina teoria sacada de una sola experiencia, Hahnemann procedio a desarrollar toda una terapeutica para curar lo similar con lo similar. Su teoria era que en lugar de sacar lo malo, para curar el cuerpo habia que ayudarlo a restablecer la "fuerza vital" del propio cuerpo. ?Cual fuerza vital? Pues la vis vitalis en la que se creia hasta que aprendimos la bastante fisiologia y quimica como para darnos cuenta de que tal cosa no existe. Pero Hahnemann no dejaba de creer en la teoria de los humores, simplemente le aplico otra terapia. Hahnemann desarrollo su terapia basado en sus puras ocurrencias. Por ejemplo, creia que cantidades minimas de una sustancia bastaban para curar enfermedades, y, de hecho, tenia la inexplicable conviccion de que mientras mas pequena fuera la cantidad de la sustancia, mas grande era su potencia curativa en el retablecimiento del equilibrio de los humores gracias a la fuerza vital. Otra creencia irracional de Hahnemann era que el poder curativo se intensificaba si se sometia a la sustancia, diluida en agua o liquido similar, a un vigoroso sacudimiento, que llamo "sucusion". La creencia ya supersticiosa de Hahnemann era que al sacudir la dilucion (o "sucusionarla") esta liberaba poderes inmateriales y espirituales responsables de la curacion. Por tanto, cada trocito de sustancia podia diluirse una enorme cantidad de veces sin que perdiera potencia, al contrario. Segun sus calculos, se podia, por ejemplo, hacer una tintura alcoholica de una planta y diluirla sucesivamente hasta que hubiera finalmente una parte de la tintura original por cada billon (un uno con doce ceros) de la dilucion final, o 1:1,000,000,000,000. Las diluciones son tales que no queda ni una sola molecula de la sustancia original en el remedio que se le administra al paciente. Pero segun Hahnemann, no importa, porque esta "el espiritu" del agente curativo. A esto le llamo, con tremenda pomposidad, la "Ley de infinitesimales". Si a alguien le interesa abundar sobre el proceso absolutamente anecdotico e incierto que uso Hahnemann para determinar que efectos supuestamente tenian algunas sustancias sobre personas supuestamente sanas, puede visitar en ingles la pagina de homeopatia del Skeptic's Dictionary o leer, tambien en ingles, Homeopathy in Perspective de Anthony Campbell. Baste decir que su sistema dependia de lo que "sentia" una persona con una sustancia, y que ni siquiera se ocupaba de repetir las pruebas para ver si era confiable. Y es que Hahnemann se concentraba en los sintomas y no en las causas de los sintomas, es decir, las enfermedades, porque creia firmemente que era "inheremente imposible conocer la naturaleza interna de los procesos de la enfermedad y, por tanto, era inutil especular sobre ellos o basar el tratamiento en teorias". Va de nuevo porque la frase es parte del dogma homeopatico, es "INHERENTEMENTE IMPOSIBLE CONOCER LA NATURALEZA INTERNA DE LOS PROCESOS DE LA ENFERMEDAD Y, POR TANTO, ERA INUTIL ESPECULAR SOBRE ELLOS O BASAR EL TRATAMIENTO EN TEORIAS". (Cuando un curandero homeopata del siglo XXI le cuente a usted la trola de que ellos "tratan el verdadero origen de la enfermedad", recuerdele esta bonita frase de su guru, a ver que contesta.) Como cientifico, el bienintencionado y supersticioso Hahnemann era un total impresentable. El caso es que enuncio sus creencias en el libro Organon de la medicina homeopatica (1810) y se quedo tan contento como un raton encima de un queso, tanto que se puso a escribir su segundo libro: Teoria de las enfermedades cronicas (1812). Tal es toda su obra. Quedarse en el pasado: un bonito negocio Hahnemann no era cientifico, cosa que no era su culpa, y ciertamente los demas sanadores, curanderos o medicos de principios del siglo XIX tampoco lo eran. De hecho, el gran exito inicial de las terapias de Hahnemann se debio a que, al no desangrar, hacer vomitar y aplicarle lavativas de mercurio a los pobres enfermos, les administraba cucharadas de nada que, cuando menos, no les jodian mas la salud. Esto permitia que los procesos curativos naturales de los enfermos pudieran funcionar sin interferencias. Ojo, la homeopatia no "causaba" la curacion, simplemente evitaba que otras practicas medicas tontas perjudicaran a los enfermos. Los remedios de Hahnemann eran mas humanitarios y menos peligrosos que la alternativa a principios del siglo XIX. Y eran inocuos. El problema vino a lo largo del siglo XIX, cuando la medicina se desarrollo en las lineas del conocimiento cientifico y la homeopatia opto por quedarse en el mundo medieval de los humores, la vis vitalis, las sucusiones, el "espiritu inmaterial" de las sustancias de Hahnemann y, sobre todo, la misma farmacopea del Organon de Hahnemann y el mismo sistema para investigar "curaciones". Mientras tanto, Pasteur postulaba una teoria de la enfermedad que sustituia satisfactoriamente a la teoria de los humores: la de los germenes patogenos. En resumen, esta teoria establece que muchas enfermedades son causadas por pequenos seres microscopicos (bacterias, protozoarios, virus). A diferencia de la anterior teoria de los humores, esta se pudo comprobar por muchos medios hasta que, efectivamente, sabemos con certeza que muchas enfermedades son causadas por agentes patogenos. Y aprendimos a tratar esas enfermedades. Y los homeopatas seguian en la teoria de los humores, las sucusiones, el "espiritu inmaterial" de las sustancias de Hahnemann y el mismo sistema para encontrar "curaciones". Luego la fisiologia nos fue ensenando que otras enfermedades se deben a desarreglos funcionales del cuerpo, funcionamientos incorrectos, falta de algunas sustancias (como la insulina, cuya falta es el origen de la diabetes), exceso de otras, etc. Y aprendimos a tratar muchas de esas enfermedades. Y los homeopatas seguian en la teoria de los humores, las sucusiones, el "espiritu inmaterial" de las sustancias de Hahnemann y el mismo sistema para encontrar "curaciones". La anatomia nos vino a explicar como muchas otras enfermedades son ocasionadas por problemas anatomicos, como una aorta bifurcada o una fistula rectal, y aprendimos a tratarlos. Y los homeopatas seguian en la teoria de los humores, las sucusiones, el "espiritu inmaterial" de las sustancias de Hahnemann y el mismo sistema para encontrar "curaciones". La genetica nos ha ensenado que muchas otras enfermedades o afecciones tienen su origen en alteraciones daninas de nuestro material genetico. La embriologia nos ha alertado de problemas en el desarrollo que va de la fecundacion del ovulo al nacimiento. Y los homeopatas seguian en la teoria de los humores, las sucusiones, el "espiritu inmaterial" de las sustancias de Hahnemann y el mismo sistema para encontrar "curaciones". El lector avezado habra percibido que hay un patron discernible aca. O sea, que los homeopatas no han avanzado un milimetro desde 1812. Ese es el problema. Y todo eso sin contar lo que sabemos que no es cierto de las propuestas de Hahnemann, es decir: a) Los efectos de una sustancia no aumentan al disminuir su cantidad, sino al reves, b) Sacudir cualquier cosa no aumenta sus efectos, c) Las sustancias quimicas no tienen espiritu curativo inmaterial, y d) Sin duda alguna, los sintomas no se curan con sustancias que causen los mismos sintomas para restablecer la armonia de los humores, sino que sino que los sintomas son indicaciones del verdadero origen de la enfermedad, que se cura con las acciones necesarias para eliminar la enfermedad: aparatos correctivos, medicamentos antibioticos, complementos nutritivos, sustitutos de sustancias (insulina, hormonas), intervenciones quirurgicas y un vasto arsenal medico que ha logrado lo que Hahnemann no pudo conseguir: aumentar la cantidad y calidad de vida de las personas donde quiera que se apliquen sus principios (vease en este mismo blog el tremendo efecto de la medicina con bases cientificas en China a guisa de ejemplo). De la esquizofrenia como modo de vida: como ser homeopata sin volverse loco Hay algunas partes de las afirmaciones actuales de la homeopatia que son verdaderamente alucinantes ya que contradicen sus creencias. Por un lado, los homeopatas niegan que la enfermedad tenga como causa los germenes patogenos, pero por otro lado aseguran que las vacunas (creadas precisamente para crear en nuestro organismo los anticuerpos necesarios para luchar con exito contra germenes patogenos como el virus de la viruela) son "como la homeopatia". No solo es mentira, sino que es doloso y esquizofrenico. ?Como es que las vacunas sirven para protegernos de algo que no existe? Los homeopatas suelen no responder ante esto, pero llevan religiosamente a sus hijos a vacunar. (Cuando lo hacen, nos envian el sutil mensaje de que al menos parte de su cerebrito sabe perfectamente que lo suyo es un embuste.) Los homeopatas dicen que todo es cuestion de que el cuerpo recupere el equilibrio de calor, frio, humedad y sequedad de los humores de la teoria de Praxagoras. Pero estos senores suelen llevar gafas. Es mas, llevan gafas en la misma proporcion que el resto de la humanidad. ?Por que no se curan devolviendose al equilibrio de los humores? ?Sera porque saben que su afeccion es un defecto anatomico para el que deben echar mano de los conocimientos de la ciencia? Cuando tienen apendicitis (causada por una infeccion del apendice a cargo de, lo adivino usted, germenes patogenos, en este caso bacterias), los homeopatas no se toman cuatro chochitos ni se meten un supositorio de belladona (parentesis: la belladona sirve para todo segun los homeopatas, no hay uno que no la recete en abundancia). Se van a que los medicos (de verdad) los anestesien (con sustancias que no causan que se despierten, sino que causan que se duerman), los abran y les saquen el apendice (con grandes protecciones contra infecciones, como es la higiene y la creacion de campos esteriles para la operacion), les receten antibioticos para que su herida no se infecte (con los "inexistentes" germenes patogenos) y los manden a casa, listos a seguir embaucando a otros miembros de su misma especie con latinajos de similia similibus curantur y otras cosas que, en estos tiempos, tienen un parecido notable con los conjuros de Harry Potter. Hay un desafio que solemos hacerle a los curanderos y medicos brujos que niegan la teoria de los germenes patogenos como causantes de enfermedades: ?estarian dispuestos a dejarse inocular el virus de la rabia, convencidos de que no se moriran porque los virus no causan enfermedades? O, para no irnos a lo terriblemente mortal: ?estarian dispuestos a dejarse inocular una buena infeccion intestinal? La respuesta es, por supuesto, que no. En mi pueblo decimos: "No hay borracho que coma lumbre". Naturaleza, atencion personal y placebos Cualquier medico avezado le dira a usted que la gran mayoria de las consultas que hacemos a los medicos son innecesarias. Es decir, vamos al medico buscando tratamiento para enfermedades y afecciones de los que puede encargarse perfectamente nuestro cuerpo sin necesidad de ayuda externa. En el caso de la gripa, por ejemplo, hay una maxima clasica: "con medicinas, siete dias, sin medicinas, una semana". Por supuesto, cualquier curandero, medico brujo, sanador, naturista, homeopata, cromatoterapeuta o cualquier miembro de la tribu de los charlatanes, tendra el mismo exito. Muchas veces vamos al medico para que atienda nuestros sintomas, y muchas veces ni eso puede hacer, como sabemos con tristeza quienes tenemos dos gripas al ano y a quienes los "antigripales" (medicamentos para controlar los sintomas de la gripa, principalmente el moqueo, con antihistaminicos, y el dolor de cabeza y generalizado, con analgesicos) no nos causan efectos perceptibles, con lo que debemos aguantar a pie firme los embates virales. En todo caso, los medicos nos dan algo para los sintomas y dejan que la naturaleza siga su curso. Pero cuando estamos enfermos necesitamos algo mas que antihistaminicos o analgesicos, necesitamos atencion humana, que nos hagan caso, que nos cuiden, y por desgracia, debido a los bajos presupuestos que nuestros gobiernos asignan a la salud, los medicos de los sistemas estatales de salud generalmente no pueden ofrecernos esa atencion personalizada. Su tiempo es limitado, trabajan en exceso, atienden a demasiados pacientes. Entonces, el frasquito con pildoritas o jarabe es flaco consuelo. Y alli es donde los charlatanes hienden sus garras en las carnes de sus victimas: les dan tiempo, les dan palabras amables (es su negocio), les dan consejitos, hacen todo lo que deberia hacer el medico familiar. Establecen una relacion personal con el paciente que siempre se agradece. No pueden curarnos, pero sicologicamente pueden apoyarnos como deberian hacerlo todos los medicos (y si no lo hacen no es, como quieren los charlatanes, culpa de los medicos, sino de los sistemas de salud que deberiamos ocuparnos en mejorar antes de acudir a pelamangos especializados en cobrar por no hacer nada). Finalmente, hay enfermedades reales sujeto de tratamientos reales cuya curacion puede acelerarse o producirse simplemente si el paciente cree que lo estan ayudando. Los estudios cientificos sobre medicamentos usan generalmente a dos grupos de pacientes, uno al que se le administra el medicamento en estudio y otro al que se le administra una sustancia inocua (azucar, agua de colores, capsulas con polvo de maiz) que en general se conoce con el nombre de placebo. Obviamente ni el medico que administra el tratamiento ni los pacientes saben a quien se le esta dando medicamento y a quien remedios de mentiritas (a este sistema se le conoce como "prueba de doble ciego"). Lo interesante es que, en todos los estudios, algunas personas del grupo que recibe el placebo informan que se sienten mejor, y en algunos casos la mejoria se puede medir y observar. Actualmente, la ciencia seria esta estudiando esto, que se conoce como "efecto placebo", y los datos disponibles indican que parte el efecto placebo se debe precisamente al desarrollo natural de las afecciones, parte proviene de la interaccion humana con un cuidador en el que se confia y parte proviene de las creencias personales respecto de la efectividad del tratamiento, de modo que una determinada forma de pensar puede estar ayudando a controlar alguna enfermedad o sus sintomas. Estas tres cosas, el curso normal de la enfermedad, la atencion personalizada y el efecto placebo (que es en parte provocado por los dos anteriores) explica bastante claramente como es que tantas personas que visitan a homeopatas sienten alguna mejoria. No tiene nada que ver, por supuesto, con la eficacia de sus remedios, que como hemos visto son totalmente inocuos. Pero esto nos dice que sigue habiendo aspectos de los procesos de las enfermedades que deben seguirse estudiando. (Pero por supuesto la medicina con bases cientificas es la responsable de hacer estos estudios, las practicas supersticiosas de curacion no estudian, no investigan y, ciertamente, no avanzan.) ?Que tiene de malo entonces la homeopatia? Hasta cierto punto, en el mundo de las practicas supersticiosas relacionadas con la salud, la homeopatia es una de las menos peligrosas directamente. La herbolaria aplicada sin conocimientos farmacobiologicos adecuados puede administrarle a las personas sustancias daninas. La acupuntura puede causar danos neurologicos leves. Los quiropracticos dejan ocasionalmente a sus pacientes paraplejicos al manipular salvajemente el cuello. La homeopatia es, en ese sentido, bastante inocente, como lo era cuando se le ocurrio a Hahnemann hace casi dos siglos. Pero si hay peligros. Los tres peligros clave para quienes se hacen atender por homeopatas son el diagnostico incorrecto, la evitacion de un tratamiento medico efectivo y el ocultamiento de la verdad. Los homeopatas no cuentan con las baterias de estudios, analisis, experiencia clinica, datos estadisticos y conocimientos anatomofisiologicos que tienen los medicos para hacer diagnosticos acertados. Y todos sabemos que, pese a todo ese arsenal, los medicos pueden equivocarse. Ahora calcule usted cuanto pueden equivocarse quienes solamente pretenden hacer un diagnostico conversando con sus pacientes acerca de sus sintomas y haciendo algunas manipulaciones mas bien inutiles. Un diagnostico acertado y oportuno es indispensable para un tratamiento correcto. Alguien que se haga tratar por homeopatas o por cualquier otro charlatan del curanderismo disminuye sus posibilidades de curacion al retrasar o no acceder a un diagnostico claro. Muchas enfermedades avanzan, y por ello su deteccion a tiempo es clave. Un ejemplo clarisimo es el cancer, que cuando se diagnostica a tiempo tiene muchisimas posibilidades de tratamiento. Estando bajo el influjo de un homeopata, para cuando la victima reaccione puede ser demasiado tarde. La evitacion del tratamiento medico es tambien un peligro latente. Los homeopatas basan gran parte de su "prestigio" en el ataque constante a la medicina con bases cientificas (a la que llaman "alopata", palabra inventada por ellos con objeto de insultar a quienes no comparten sus creencias), y por tanto suelen desanimar a sus clientes a que visiten a medicos de verdad. El peligro de esto es clarisimo, ya que las enfermedades que nuestro cuerpo no puede curar por si mismo tienden a evolucionar y a complicarse, reduciendo la cantidad y calidad de nuestras vidas. Finalmente, aunque a veces lo nieguen en publico, los homeopatas creen en una serie de postulados demostrablemente falsos, sustentados en la magia y en las conclusiones sacadas muchas veces de la nada por parte de Hahnemann. Lo que creen es falso, y por tanto lo que le ofrecen a sus clientes, asi sea con la mejor de las intenciones, es mentira. Todos, sanos o enfermos, tenemos derecho a obtener la informacion mas completa, avanzada y certera acerca de nuestro cuerpo y mente, de nuestro estado de salud y de nuestras perspectivas de diagnostico y pronostico. Vivir menos y vivir peor es mucho mas danino cuando ademas, se vive en la mentira. Lo de Hahnemann fue una equivocacion, una teoria erronea, hija de la ignorancia de su tiempo como tantas otras. Lo de los homeopatas de hoy es totalmente imperdonable. Hahnemann propuso practicas menos daninas que las de la medicina de principios del siglo XIX, pero inutiles. En su momento, fueron beneficas, pero insistir en ellas desconociendo con tozudez de pollino los avances del conocimiento de casi doscientos anos solo puede ser producto de una profunda incapacidad mental o de una disposicion absoluta a mentir con todo descaro para mantener vivo un negocio que debio desaparecer al surgir Louis Pasteur y que hoy solo puede causar mas dano que beneficios a sus victimas. Escrito por MJS a las 3:39 a. m.