------------------------------------------ Comiendo en "La Cartería" 14 dic 2023 ------------------------------------------ El pasado martes 12/12/2023 fui con mis compañeros de trabajo a comer en "La Cartería" un restaurante del cercano municipio de Cartes, con una cierta fama y que ostenta en su portada un sol Repsol y una mención en la guía Michelín. El local está decorado con gusto y con la calefacción un poco alta en nuestra opinión. El servicio muy atento nos colocó en una gran mesa donde todos podíamos vernos. Bien. Habíamos pedido el menú del día que describiré a continuación. Bebimos agua filtrada (léase del grifo) y dos de nosotros pedimos una copa de rosado absolutamente olvidable, yo antes había pedido un oporto de aperitivo que me sirvieron con todos los posos del mundo. En fin. El primer entrante fue una rodaja de sobao ¿tostado? con anchoa y pimiento, no me convence la combinación de dulce y salado en este caso pero...aceptable. El segundo entrante era una rodaja de tomate con requesón por encima...nada que decir a favor ni en contra. El tercer entrante un plato de garbanzos con dos rodajitas de calamar, buen sabor pero se veía casi el fondo del plato y con tres cucharadas dimos fin a los entrantes. Después llegaba el plato principal, por así decirlo. Escogimos entre costilla con chimichurri y bacalao en salsa verde. Yo elegí el pescado y más o menos estuvimos al 50% en la mesa entre carne y pescado. La costilla era eso, una sola costilla con su salsa que pronto desapareció, al parecer gustó. El bacalao tuvo esta recepción: de seis personas dos se lo comieron rápidamente y les pareció que estaba bueno, las otras cuatro opinamos que olía raro, tenía un fuerte olor a desalado en mi opinión. De esas cuatro otra compañera y yo pedimos que nos lo pasaran más porque estaba muy crudo y no estábamos comiendo sushi tenía como ya dije una salsa verde insípida, un mejillón solitario y lo que parecían intentos de esferificaciones ¿de guisante quizá? el trozo de bacalao lo estimo en 5x5x2 cm. Las otras dos personas ni siquiera se atrevieron y renunciaron a comerse el bacalao. En el postre elegimos entre tarta de queso (no hubo comentarios) y hojaldre con chocolate que comí yo y consistía en un par de láminas de hojaldre con lo que parecía una mousse de chocolate, realmente poco que decir sobre ello. Salimos con algo de hambre y 27 euros menos cada uno. La decepción era visible en todos, pensaremos algo mejor para la próxima.