Apuntes cybercirujas para la actualización tecnopolitica 1 - Territorialidad Últimamente la comunidad de Cybercirujas ha ido creciendo enormemente, con gente sumándose a la causa desde los lugares más remotos del país y obviamente del cyberespacio. Esto me ha ido haciendo pensar en varias cuestiones en torno a la comunicación y la forma de interactuar a través de Internet, ya que Cybercirujas es un espacio que posee anclaje en todos lados, fundamentalmente en el territorio pero obviamente con gran presencia en las redes sociales. Esto último es lo que me llama poderosamente la atención en torno a esta comunidad. Muchxs han ingresado a la comunidad desde los más dispares caminos de la red: a través de XMPP, desde twitter e Instagram por supuesto, pero también por nuestro foro e incluso Peertube. Sucede además que Cybercirujas, al tener una base en el territorio, ya sea por participar de eventos culturales, realizar jornadas públicas de reparación de equipos y otras tantas actividades, logra salir del ostracismo del mundo de la virtualidad total y participa de la cosa pública de una manera completamente p2p, sin intermediarixs; es la comunidad organizada a través de un objetivo en común claro y preciso. Al tener un norte más o menos orientado en un par de ideas, y al tener un activismo de base territorial, la comunicación de lo que la grupalidad hace se transforma, al igual que su actividad de base, en un hecho extremadamente popular, en el sentido de ser una practica del pueblo. Es de esta manera que las personas de los mas variados ambitos se acercan a cybercirujas, y en torno a este acercamiento me animo a afirmar que es posible gestar una comunicación entre pares de una manera mas transparente. Cybercirujas creció mucho gracias a un encuentro que hicimos en el Parque de la Estación y unas fotos que subí en twitter, a la vez que otros usuarixs que por allí pasaron hicieron correr la bola de lo que sucedió ese día. Si no fuera por el hecho en si de hacer algo en un espacio, nada de lo demás hubiera pasado. Lo crucial es hacer, luego decir, porque el verdadero enganche está en el suceso, en el activismo real y lo que este genera. A partir de ese evento, de cómo se fueron dando las cosas, del crecimiento de la comunidad y de mi propio análisis de la situación, comencé a pensar en torno a estas lógicas comunicacionales de las redes sociales privativas. No es nada nuevo lo que vaya a decir y muchas cosas se han dicho ya, pero siempre resulta interesante pensar en experiencias concretas y reales. 2 - Visibilidad e Internet Uno de los grandes problemas de la red en estos tiempos es la centralización absoluta en un puñado de empresas. Las GAFAM concentran gran parte de las comunicaciones personales de todo el globo. Es dificil conocer gente que no uilice algún servicio de los gigantes de las comunicaciones digitales. Servicios tan básicos como el correo electrónico o la mensajería instantanea han sido ocupados por Google, Facebook y un puñado de empresas que dominan cómo debemos interactuar, con quién, de qué forma, desde cuáles dispositivos y visibilizando determinados contenidos. Estas empresas lograron ese objetivo mediante una hábil estrategia de penetración en todos los aspectos de la cultura humana actual. La naturalización de aplicaciones como Whatsapp o GMail no hace más que reforzar la victoria cultural que Google o Facebook han logrado en nuestras sociedad. Plantear alternativas es visto casi como un sueño utópico o de paranoico, en igual grado. El mero hecho de mostrar un buzón de correo que no sea ni de gmail u outlook (solo por citar dos de los grandes proveedores de ese servicio) genera un extrañamiento bastante absurdo. ¿Por qué debería ser raro tener un correo de un proveedor alternativo? Debería ser todo lo contrario: si todos usamos un mismo proveedor debería ser tan preocupante como si todos comprasemos nuestros alimentos al mismo vendedor -hecho que al menos en el cotidiano argentino se suele plantear, ya que siempre se está cuestionando la cartelización de los alimentos. Cybercirujas, al tener una base fuertemente plantada en la militancia por el software libre, plantea otra mirada respecto a la comunicación a través de Internet. En lo personal creo que el modelo actual se encuentra en unos picos altísimos de centralización, lo cual ocasiona grandisimos problemas, muchos de los cuales tienen que ver con nuestra lucha contra la obsolescencia. La sobreexposición a la cual nos tienen acostumbradas las redes sociales privativas no funciona en torno a las necesidades comunicacionales de las personas sino más bien a la lógica extractivista de las empresas. Solo importa la extracción de datos de lxs usuarixs para poder vender anuncios, servicios y productos. La comunicación social, base de la comunidad, lejos está de ser contemplada por el modelo de redes sociales actuales. En ese sentido, una de las decisiones que al menos yo he tomado, es subir todo el contenido de cybercirujas a redes libres e infraestructura autohosteada. Si bien Cybercirujas tiene una cuenta de Instagram, un grupo en Telegram e incluso yo hago mucho lobby en Twitter, la fuerza de esta grupalidad está, en primer lugar, en el territorio por fuera de los bytes pero sin dejar de lado la territorialidad digital. Esta última no gira en torno a un instagram, a un twitter, a un Telegram, sino más bien a grupos de usuarixs que se van conectando a través de distintas redes: un foro, un telegram, un chat xmpp, alguna nota radial, un video en Peertube. Las células cybercirujas se esparecen por todo el cyberespacio mostrando así que la visibilidad es posible si las personas que participan de esa comunidad lo cuentan a sus amigues, a sus conocides, a sus familiares. El famoso boca en boca tiene también una base popular-digital y está vinculada con la comunicación a través de plataformas libres y gestionadas por las personas que las habitan. Uno de los grandes "beneficios" de utilizar las redes privativas se basa en la "visibilidad" que te dan al ser utilizadas por tantos millones de usuarixs. No se puede negar la penetración que tienen las plataformas, pero la base de usuarios por si sola no basta para mostrar algo, ya que lo que en esas plataformas circula no es otra cosa que el resultado de los algoritmos que esas empresas utilizan para visibilizar y comercializar el contenido. Incluso ya en esta era de anuncios en todas partes, resulta cada vez más dificultoso para el cerebro interpetrar qué es un anuncio y qué no lo es. Una comunicación más descentralizada, utilizando distintas plataformas de comunicación libres y federadas facilita que el mensaje circule donde sea, ya que no tiene anclaje en ningún lado.